Búsqueda de perfección..¿virtud o defecto?
La autoexigencia y búsqueda de perfección es una cualidad indispensable para lograr el éxito. Sin embargo, en ocasiones se convierte en el peor enemigo de las personas generando sufrimiento y una gran fuente de estrés.
¿A qué nos referimos con excesiva perfección?
Este perfil se caracteriza por elevada disciplina, confundiendo lo inaccesible con lo accesible y convirtiendo retos en obligaciones. Resulta muy positivo querer realizar un gran trabajo pero no podremos confeccionar el mejor trabajo del mundo, ni gustar a todas las personas con las que nos relacionemos, ni ser la mejor madre o pareja de la historia.
Estas exigencias, implican no aceptar nuestras propias limitaciones convirtiendonos en esclavos de nosotros mismos, "si quiero perfeccionar demasiado un cuadro que estoy pintando una vez finalizado, probablemente lo acabe estropeando".
¿En que ámbitos destacan?
Tienden a ser muy trabajadores y profesionales con mucho potencial en el ámbito laboral, pero con grandes problemas en las relaciones personales. No aceptan la idea de que no pueden con muchas de las tareas que se ha propuesto, sin importarles el tiempo invertido y el desgaste emocional que les ha llevado lograr el objetivo "prefiero hacerlo yo y asegurarme de que está bien hecho, aunque tenga que invertir mi tiempo libre".
No se rinden facilmente, siendo su actitud perseverante muy atractiva para muchos sectores y empresas. No obstante, presentan dificultades para trabajar en equipo, su dificultad para delegar tareas resulta un problema importante, generando una gran sobrecarga de trabajo a sus espaldas y problemas con los compañeros.
¿Por qué una cualidad tan importante como el perfeccionismo, hace sufrir?
Funcionan generalmente bajo una autodisciplina férrea sintiendose muy responsables y culpables si no la cumplen. Se judgan continuamente, sintiendo la necesidad de ser valorados y no decepcionar.
La exigencia que plantean hacia ellos mismos también la contagian, suelen albitrar como "deben comportarse las personas", también de forma rígida, en vez de ser intercambiado por "me gustaría que lo hicieran de otra forma", generando mucha importencia y frustración en ellos mismos y en las personas de su al rededor.
Resulta pieza fundamental la baja tolerancia a la frustración, sobrestimando el error y la idea de equivocarse. La no aceptación de sí mismo o de los fallos (que cometemos todos), retroalimenta la actitud perfeccionista , convirtiendose en ocasiones en obsesiones y revisiones y comprobaciones constantes.
Plantearse metas demasiado elevadas o exigir determinados comportamientos en los demás genera una sensacion de insatisfaccion contante.
¿Las relaciones pueden verse afectadas?
No siempre, pero en ocasiones ese control excesivo como medida preventiva termina siendo un grave problema en las relaciones de pareja, amistades e hijos, gobernado por el miedo al descontrol. De hecho la relacion que se ve más desajustada es consigo mismo, nunca está suficientemente satisfecho con lo que hace.
¿Qué puedo hacer? Algunos consejos..
Identificar nuestros propios limites y contrastarlos con las metas que nos hemos planteado " el que mucho abarca poco aprieta"
Recuerda la esencia de lo que te hace realmente feliz, tus pricipales valores y preguntate si los estas descuidando por marcarte objetivos demasiado elevados.
Lo importante no es conseguir el máximo, sino lo mejor posible dentro de nuestras posibilidades reales.
La valoración de nosotros mismos no debe depender de nuestro perfeccionismo, ni de lo que hacemos por los demás, la autoestima debe ser algo medianamente estable basada en la aceptacio de uno mismo.
Identifica los campos en los que eres autoexigente, quizás con ayuda de las personas cercanas con el fin de ajustar correctamente tus metas
Aprender a tolerar y manejar la frustración.
Esforzarse en delegar tareas a otras personas.
Aceptar que no todos priorizamos ni damos importancia a las mismas cosas, la perfección no existe, ni la unanimidad de pensamiento tampoco.
Lo correcto e incorrecto es algo subjetivo, propio de cada persona.
Buscar tiempo de ocio para hacer cosas que nos gusten.
Identificar y expresar correctamente nuestras emociones, empatizando con la persona que tenemos delante.
No dar tanta importancia al resultado, sino al significado que tiene para nosotros.
Aceptar la incertidumbre como parte de la vida, no todo depende de nosotros, ni se puede controlar.
Trabajar en la aceptación de errores, generando una autoestima sólida y estable.
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