Adolescencia. ¿Guerra entre padres e hijos?
La adolescencia es una etapa dificil tanto para padres como para hijos. Es el momento de transición entre la niñez y la edad adulta, en la que la principal tarea del adolescente es encontrar su propia identidad e ir adquiriendo autonomía.
Para conseguir esto, empezarán separandose de las figuras paternas, pero esto no es una tarea sencilla, puesto que aunque ya no son niños, tampoco son adultos y aún no tienen la suficiente madurez para conseguirlo, se trata de una tarea gradual.
Por tanto, el adolescente vive en conflicto interno medido por la fuerte dependencia que tiene de los padres y el deseo y necesidad de independencia. Esta lucha interna se expresa a menudo en forma de peleas y conflictos, especialmente en casa, con los padres "fuente de seguridad y aveces de rechazo".
De este modo, la convivencia entre padres e hijos durante este periodo no suele ser sencilla, los que hasta ahora eran niños y niñas medianamente complacientes se muestran rebeldes en ocasiones.
Cuestiones que anteriormente no suponian un problema, tales como la ropa, uso de teléfono, ordenador, estudios, horarios de llegada, manejo de dinero, tareas domésticas,...comienzan a ser el origen de verdaderas batallas o enfrentamientos. Este cambio de actitud en muchas ocasiones desconcierta a los padres y no encuentran el modo de hacer frente a estas situación.
Las estrategias que anteriormente utilizaban ya no funcionan y resulta importante adaptarse al nuevo momento evolutivo e ir modificando las normas rígidas por limites más sencillos, flexibles, negociados y acordados. En muchos casos resulta complicado encontrar el equilibrio entre manetener control y autoridad sobre el adolescente y al mismo tiempo concederle progresivamente mayores dotes de confienza, autonomía y responsabilidad.
En esta transición econtramos por un lado cambios físicos, relacionados con el desarrollo corporal,la pubertad. Se experimentan muchos cambios entre ellos, la maduración sexual, hormonal...; por otro lado, los cambios psiquicos que acompañan a los cambios corporales, entre los que destaca el desarrollo de la inteligencia. Y por último, las relaciones con su grupo de iguales, toman más importancia, viviendo las relaciones de modo diferente, aparecen los primeros enamoramientos o parejas, además de buscar más afinidad en la personalidad con los amigos.
El resultado de tanto cambio, es una nueva manera de percibir el mundo, comprende todo lo que le rodea, desde las relaciones familiares, amistades, colegio..hasta cuestiones como normas, paga, ropa, etc. Todo ello en un periodo muy corto de tiempo que hace que los padres tengan la sensación de conocer a sus hijos.
Para los adolescentes tampoco es sencillo, lo que hacen o pretenden hacer no es comprendido, quieren ir muy rápido y los padres empeñados en ir despacio, resulta importante encontrar el equilibrio.
Tengamos en cuenta que con la llegada de la adolescencia, el hijo o hija continua creando su identidad, este termino hace referencia a la forma de ser, lo que le diferencia del resto de chicos o chicas, aquello que le hace irrepetible.
El desarrollo de la identidad se encuentra muy relacionado con la autoestima, como se siente siendo como es, la opinión de los demás influye notablemente, necesita reconocimiento y aceptación por parte de su entorno, incluidos los progenitores.
Cuidar la comunicacion con los hijos en esta etapa resulta pieza fundamental, empatizar comprendiendo que el padre y el adolescente están en ciclos evolutivos completamente diferentes y sus objetivos en ese momento no tienen nada que ver. En cuanto a los limites, es necesario encontrar el equilibrio entre las normas y la necesidad de libertad del adolescente, la negociacion debe ser la base de las decisiones.
Charlar y escuchar al adolescente resulta imprescindible para una buena relación y escoger minuciosamente las batallas en las que decido intervenir. Evitar el chantaje emocional y entrar en el, reducir la ironia con los hijos, describir conductas concretas en vez de judgarles o etiquetarles y sobre todo, siempre pactar las normas previamente con ellos.
